Alicia
Según escribió Carroll en su diario, fue el 4 de julio de 1862 cuando, acompañado por el reverendo Robinson Duckworth,
compañero del Christ Church College, había navegado por el Támesis hacia la villa de Godstow en un bote junto a Alice Liddell
(que tenía 10 años) y sus hermanas. Éstas le habían pedido un cuento y él, sin saber cómo continuaría, comenzó la historia
imaginándose a Alicia cayendo por una madriguera. Al terminar el paseo, Alice quiso una copia manuscrita de aquella insólita
narración. Al día siguiente Carroll, que viajaba a Londres en tren, aprovechó las dos horas de trayecto para dar forma a la idea.
Al primer borrador que le regaló a la niña, lo llamó Las aventuras subterráneas de Alicia y le añadió 37 ilustraciones realizadas por
él mismo.
Que Lewis Carroll tenía una imaginación desbordante lo demuestra que fuera capaz de improvisar el cuento de Alicia en una sola tarde.
Eso o que tomaba drogas, como otros afirman, al recordar los hongos con las que Alicia se transforma, la pipa de la Oruga Azul o las misteriosas
desapariciones del gato de Cheshire.
Daniel Remeseiro
- 2016 Xxxxx XXXXXXXXXX.